Las actividades en el centro donde trabajo quedan divididas por un recreo. A parte de ayudar a los niños a desconectar, también lo aprovechamos para merendar. Y ahí es donde con mayor facilidad he podido comprobar la influencia directa que los adultos tenemos sobre los niños. Me explico, los días que tengo vigilancia si no llevo merienda hay niños que dejan de traer la merienda o no quieren merendar, si otro día me ven con bollería a la semana siguiente muchos traen bollería. Y lo mejor de todo, la semana que meriendo fruta los tengo revoloteando a mi alrededor haciéndome preguntas sobre ella: que qué es? A qué sabe? Qué si me gusta? y un sinfín más de cuestiones. Y además les piden a sus padres esas frutas.
Navegando por internet he encontrado un juego de la pirámide alimenticia, una idea original adaptada a los nuevos soportes.
Este es el enlace, a ver cuántas acertáis:
http://www.gobiernodecanarias.org/educacion/4/Medusa/GCMWEB/Docsup/Recursos/34945833R%5CPiramide.swf
Muy chuli el juego de la Pirámide. Los niños con esto aprenderán bastante sobre la alimentación sana, ya que de esta forma se asimila mejor la información y como siempre..."jugando".
ResponderEliminarUn saludo, me ha gustado mucho.
interesante reflexión! deberíamaos tener más en cuenta el papel de modelos que ejercemos sobre ellos.
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